Y
rama a rama se hace árbol
y hoja a hoja se hace
libre.
Siete
brazos salieron
de los días primeros
y
poco a poco las libres ramas
en el aire se soñaban.
Siete
troncos principales
para combatir a los males
con sus
ramas y sus hojas
y sus nidos en la Copa.
Y
sigue dios dando latidos
golpecitos en el pecho
con
la calidez serena
del céfiro estival
y el ritmo
enamorado.
Igual todos los días amanece
amanece igual
todos los días
pero no es lo mismo
cada día es
distinto.
Meditar respirar
Ida y Pingala
buscando el
Sushumna
bajo el árbol sagrado,
donde miles de
aspirantes a budas
han palpitado en la frecuencia universal
de la mágica respiración,
Donde veinte corazones
con
los ojos cerrados
y en la frente lo esencial
agradecen
a la vida
desde el saludo
hasta la marcha triunfal.!