No necesito contarte
que tiene el ministro de fomento
una empresa de altos vuelos
para construir los aeropuertos:
el de Ciudad Real el mas largo de Europa
en el pueblo más pequeño,
el de León el más inútil
el más vil y el más rastrero,
pues ni los aviones quieren ir
porque no tienen pasajeros,
¡que malos son los controladores!
Como sabrá, si supo el Sapatero,
blindarse derechos de pernada
ante los incautos sin sendero
aquel negro once de marzo
cuando la SER nos puso carcelero,
para llenarnos de cadenas
entre la oscura noche sin recuerdo,
allí sacaron sus capas
como muy buenos toreros
y a los pobres españolitos
hasta la cruz se la metieron.
Los que pervierten corazones
y los compran con dinero
sirven para adornar farolas
sean malos o sean justicieros,
pero si me vienen los de la ceja
a llenarme los bolsillos bajeros
ya les cantaré muy contento
que qué malos son los otros,
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