Ponedores de multas 2 gentes de movilidad A

Algunas veces pregunto quien quemaba a las brujas en la denominada edad Media, y todos concuerdan en la respuesta acusando a la Iglesia. En parte, y solo en parte les doy la razón, pues si bien la Iglesia era el dedo acusador y condenatorio, era en realidad la policia la encargada de apilar leña, atar manos, y pies si correspondía, poner mordaza, amarrar al poste, o cruz , dar fuego y vigilar que nadie acudiera al rescate de la víctima. Estos agentes se distinguian del pueblo en que portaban armas, casco y puta mala leche podrida en las entrañas.
En el despertar del s.XXI la edad Media, aquella edad del Miedo, algunos observan que nunca desapareció. Los mismos de entonces, los mismos de ahora, las mismas gentes, los mismos a gentes, los métodos  impuestos, los impuestos por método.
 La misma sangre fría de lagartos, los mismos distintivos, la gorra, el casco, la corona pequeñita y la gran corona Real. Una escala de amos y esclavos bajo la ley de Herodes. En las villas, los villanos, en las cortes, los cortesanos, y en la hoguera los que aspiren a ser humanos.
La chulería de los agentes de movilidad con gorrade plato o beisbolera, tipo Jhon Whaine con sombrero y su mirada de superioridad de "yo soy el bueno, haciendo pelis y necesito de malos como tú" es palpable ne cada esquina.
Me imagino las arengas del sargento por las mañanas-" o poneis multas o no llegamos a fin de mes, toda persona circulando es denunciable, algo se le puede encontrar".
El testimonio de estas gentes de movilidad con A "pesa" y mucho, ante los tribunales inquisitivos recaudatorios de villas y villanos.
Todo es un cambio de nombres de perros y collares.
Somos prisioneros donde a otros prisioneros les prometen mejor vida y derecho a patear.
Aceptar el estado de las cosas es fomentar su mantenimiento, señalar la injusticia es ser candidato a la hoguera en donde el escarnio será ejemplo para aquellos que huelan el despertar.