sábado, 19 de noviembre de 2011

leon@s del desierto

En los años 40, los libios vivían en Libia, hacinados en campos de concentración. Unos pocos valientes conformaban la resistencia. Si eran capturados, eran colgados sin juicio necesario. Desde las paupérrimas y deplorables tiendas de campaña dentro de las alambradas, algunas mujeres libias ayudaban a la resistencia racionando sus raciones para poder compartir la comida con los que en el desierto batallaban. Cuando eran descubiertas, eran colgadas sin necesidad de juicio. Algunas de ellas tenían niños de pecho en sus brazos, que pasaban a mamar de otras tetas, igual de valientes, resistentes, victoriosas.
Algunos de aquellos bebés se convirtieron en hombres y gozaron, tras su revolución y expulsión de los fascistas de muchos años de vida dichosa. Hoy aprietan sus dientes, los que los tienen, o sus encias, los que no los tienen, mientras agradecen a Dios el morir luchando contra los enemigos hijos que colgaron a sus madres.
A la alegría de ser hijos de madres valientes, le suman ahora el ser abuelos de nietos que tienen el inabarcable título de llamarse libios.

Cuelgan de la soga de la memoria,
los inertes cuerpos de las mujeres libias
para hacer de catapulta
a niños recién nacidos.
a hombres recién despiertos.
Cuando patalean sus pies pequeños
oigo las campanas al viento
que transforman los lamentos
en gritos libertarios
de la esclava humanidad.
Allá va pues, mi arritmico palpitar
aprovechando su abaniqueo
para en el cielo sembrar.
¡qué ruines somos
con la cabeza gacha
sobre el pesebre!
¡Qué grandes, mirando al cielo!
Alzaban sus cabezas
aquellas mujeres libias
dentro del capuchón infame
con las manos en la espalda
y un rictus de amor fiero
de sus labios a sus ojos.

Las cadenas de televisiones
enjaulan el pensamiento humano
en serviles obediencias.
Son visiones de lejos,
las cadenas de basura y mierda,
de odios reciclados,
retroalimentados
en continuas revisiones
del ojo que todo lo ve
en lo alto de babilónica torre,
donde perros a caídos comen,
a descuidados, desesperados, suicidas.

Ya han encontrado
los amos
donde vivían
los hombres valientes,
desnudos en el aire,
diezmados,
erguida la frente,
nadie se rinde.

7 comentarios:

  1. La historia se repite tristemente una y ora vez...Como todos los paises lindantes con el Mediterraneo es muy "apetecible" y si fue el primero en ser independiente legalmente ahora ha sufrido un duro revés por culpa de las mismas ambiciones de los de siempre. Esto segura que si pudieran leer tus versos se sentirían muy honrados.
    Abrazos.domi

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  2. Toda contienda supone una resistencia, fluir se convierte en un estancamiento cuando los ojos no ven, cuando los oidos no escuchan y los sentidos se atrofian con cadenas ligadas al sinsentido, sinsentimiento y sobre todo cuando buscas no comer en un pesebre que han decido otros como ha de ser, en una leona,en una loba me erigiré y amamantaré a los futuros niños que orgullosos comerán sin pesebre.
    Cuando encadenados a cadenas olvidamos en silencio lo que otros hacen para no ser sometidos y alimentados en pesebres es porque el hombre ha entrado en su última etapa de serhumano.
    Besos poeta de AC.

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  3. En aras del progreso hemos sacrificado a muchos ante falsos dioses. Qué menos que nuestro reconocimiento a un "enemigo" ¿derrotado? pero bravo.

    Aún somos personas, bonito homenaje jinquer..

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  4. estamos condenados a la repeticion rafa todo se destruye y se empieza de cero lo que no consuela mucho por que siempre ....REPETIMOS LOS ERRORES.....un abrazo rafa

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  5. Domi, estaría bien, darles un caramelo a los libios, que falta les hace.
    AC, pasate a la poesía, es un gustazo leerte.
    Candela, el enemigo, son los que se dicen nuestros.
    hawai, haber si empezamos a repetir aciertos!!!
    b7s
    jnq

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  6. No sé cómo tomar tu comentario, no creo que un caramelo les haga falta; les falta AYUDA en todos los sentidos pero les falta sobretodo LIBERTAD y que dejen de pisotarles.Darles un caramelo sería como darle un plátano a un simio enjaulado porque todos los seres vivos tienen su amor propio y si se lo quitamos los destruimos.
    Abrazos domi

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  7. Domi, fue en una historia repetida, cuando un hombre perseguido por un león cayó por un acantilado, se agarró a una rama, y vió abajo cocodrilos hambrientos dando coletazos al agua,
    y vió enfrente suyo, a escasos centímetros de su cara un panal de abejas, rebosante de miel. Allí, en mitad de la nada, se impulsó como pudo para alargar su lengua y saborear una gota de miel.

    Nadie les va a ayudar a los libios, pero cuando las cosas se compliquen en el resto del mundo, la OTAN y sus mercenarios tendrán que cubrir otros huecos, entonces habrá más posibilidad de luchar con buenos resultados.
    abrazos
    jnq

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