Fue en octubre del año 1961 cuando le propusieron el trabajo para fortalecer la mosca de la fruta en una variedad genética que superara sus propias deficiencias.
La mosca de la fruta llevaba existiendo miles de años en la cuenca mediterránea, pero sus resultados no afectaban a la producción frutícola más que en un mísero 0,1%.
Los trabajos genéticos consiguieron producir una supermosca capaz de perpetuarse. Fue como convertir una espinilla en un tumor cancerígeno. A Juan le pagaron, aunque la verdad, viendo los resultados, poco, pero le mantuvieron en un puesto de trabajo de amplios beneficios durante años. Se llevaba comisiones de todos los productos que Monsanto tenía en el mercado para combatir la plaga de la mosca de la fruta.
Aquel dinero dejaba a Juan una costra en constante crecimiento de ruindad, y no podía ver a la humanidad presa de los venenos. Cierto es que alguna noche se despertó sobresaltado, consciente del mal producido, pero siempre pensaba "de no haberlo hecho yo, lo hubiera hecho otro, el resultado sería el mismo".
La moda de los productos ecológicos, fue también promovida por Monsanto. Fue una manera fácil de posicionar a cualquier resistencia. Para el 2012 cualquier hectárea de terreno que hubiera optado por combatir a las plagas de manera natural, había sido localizada y fumigada.
Podía decirse que en el mundo habitado por tecnócratas no había un palmo de tierra sin envenenar. A los pocos lugares vírgenes, libres del mal, les llegaría la onda en un futuro próximo,
sin remisión posible.
Juan murió consciente de haber robado a la humanidad algo tan simple como el poder alimentarse. Guardar manzanas salvajes cogidas en la montaña, era constatar los pocos días que se podían conservar. Toda la humanidad estaba abocada a consumir productos previamente tratados por los venenos.
La lectura de este texto fue de las últimas cosas Juan que hizo en vida.
jnq
antes y después en
http://sombrasbaul.wordpress.com/2012/02/07/de-los-anales-de-la-justicia-contra-el-econocidio-testigo-2/#comment-6228
tomates de antaño |
El Heno es un alimento de calidad para los animales.
ResponderEliminarAvena, cebada, alfalfa, trigo, flores de pasto, tréboles y otras hierbas. Cosechas de tierra fértil, aires y aguas limpias.
Ven Heno!
¡Veneno!
No hay oficinas de reclamaciones ni muros de lamentaciones donde lavar nuestro dedo acusador. La H la llevamos dentro y nos toca reflexionar cuándo hemos permitido que nuestro Juan interior olvidara, alquilara o vendiera su H.
Toca seguir recuperando el sano juicio. Seguir corregiendo el error. Seguir recordando y sembrar Heno.
Gracias, jinquer, por tus semillas.
Besabrazos de nuevas cosechas
Oasis, diríase que a cada Ida la envuelves con Pingala, que has encontrado la llave de todas las puertas, en la magia de tu interior, gracias por compartirla ..
Eliminara corazones y espirales de luz.
jnq
Tenemos que dejar de manipular la naturaleza por nuestros fines y sobreto que no dejar que nos manipulen a nosotros.
ResponderEliminarLa naturaleza es sabia, mucho más que nosotros, ella sobrevivirá, nosotros no.
Abrazos domi
Domi, mantengamos la esperanza, no había mala fe en los genetistas en un principio, fue luego la utilización interesada de los malos malotes lo que trajo todo el desfase natural.
Eliminarabrazos
jnq