La estirpe de magos negros, cabalistas y numerólogos de negro corazón y sangre azul siempre han amontonado cadáveres par celebrar sus bodas, aniversarios y demás rituales.
Y mucho más celebrado cuando los cadáveres han sido humanos.
En fechas anteriores, mejor que posteriores, esta raza de nigromantes han acumulado
en sus ritos infames plañideras de verdad, lágrimas de verdad, y dolores sinceros dentro de la raza de los humanos verdaderos, los auténticos, maltratados y esclavizados desde el inicio del Kali-Yuga.
No son difíciles de localizar, Aquiles apelotonando descabezados para la pira de Patroclo, Pol Pot coleccionando cabezas en montañas sangrientas. Bobones, sin entender que lo feliz es eterno y que sus placeres no-humanos son siempre descubiertos, así pasen mil años.
Estos déspotas salvajes se regodean en la traición de forma más cruel que los piratas del caribe o los 40 ladrones de Alí Babá.
Tienen la bandera del miedo atada en el mástil más alto, pero atada con su driza en una canasta de cubierta, agazapada, siempre presta a ser izada cuando se pueda sorprender al enemigo. Para que se vea de lejos, izan cualquiera, cualquiera de conveniencia.
23 Falsas banderas, 11 Muertos, infinitos putones en las aceras y la sangre de hermano que vuelve del más allá.
Bellacos y estafadores al timón.... hasta que las aguas se vuelven turbulentas. Los remolinos se hacen visibles junto con las cobardías capitanas.
fuerte, un golpe a los hacedores de patrañas
ResponderEliminarsaludos
Cierto, fuerte, áspero, y duro de leer,tal vez demasiado punta de sierra, mañana toca dulce, de tocar y sentir.
Eliminar(espero)
gracias por ti
abrazos