Libro I
Capítulo I
Tiene que seguir, pero el autobús-camioneta de delante, se ha detenido, le gustaría que hiciera marcha a tras y se fuera, y ¡ lo hace! El autobús-camioneta enciende sus luces de marcha a tras y retrocede por la explanada. Avanza hasta el coche amarillo, que es quien entorpece la marcha, allí detenido, delante de la barrera se baja del coche y se acerca, al aproximarse a la ventanilla descubre la trampa, pero ya es tarde, le dispara a bocajarro y cae en el suelo. El disparo fue certero, pero no tiene nada, si permanece en el suelo, es con la esperanza que se vaya para poder levantarse.
Capítulo II
Entra en la luz, y lo descubre alegre de que haya llegado. ¡Menos mal que llegaste!.-exclama..-
No lo entiende. Es quien acaba de dispararle.
Ya lo entiende. El otro, es él mismo. Somos todos uno.
Capítulo III
Avanza penosamente por una ladera, con la obsesión de llegar al centro, tiene que llegar. Pero ya llegó. Este episodio es posterior a la llegada. Se arrastra ante la inclemencia, sigue, esta cerca, dentro de su mente, cerca. Hay dolor, angustia, pero no hay resquicio para la duda. Este viaje lo está haciendo después de haber llegado, después de haber vencido la tiranía del tiempo.
Capítulo IV
Hay placer, pero es insatisfactorio, faltan puntos en la línea del tiempo.
Libro II
Capítulo V
Camino de Salamina. Con los trescientos en la memoria; sin ellos, no habría meta en el horizonte. Y por los tespios, los que se sumaron aún viendo que la suma jamás alcanzaría.
Por ellos, con ellos desde el pasado alimentando el presente de botas sobre el rostro. Sin revueltas de violencias, con revoluciones hacia el futuro.
¿Verán la trampa en la que morirá su apelotamiento de corporaciones sin posibilidad de luchar contra un enemigo sutil, veloz en el instante, sin nada detrás que mantener ni sustentar?
Nunca la vieron. No la verán. Nada será fácil en la batalla, una vez más.
Que quede escrito en la memoria reptil, tal vez sea necesario en la próxima invasión, recordar a los futuros guerreros el sagrado oficio de los primeros y la bella batalla en las aguas de Acuario, contra los seres inmundos, submundos del dolor.
Uiii... ¿es ahora que te empieza esa parte o es una actualizada?
ResponderEliminarEsas son apasionantes. Son tan buenas que casi me da ... no, que va, la mirada atrás ahora no, ahora no please, jejeje.
Genial. Yo diría que es la primera, la primera en la que crees de verdad, la que has visto como se produce y que has visto como tu mano mece la cuna.
Abrazotes, espirales, me ha sorprendío, zeñó.
Miguel
(Libros recibidos y entregados menos un ejemplar)
Ayyyyyyyyyyyy, Miguel, no me acuerdo.
ResponderEliminarA nosotros también se nos acaba el tiempo.
Y no vamos sobrados, precisamente,
El llegar no es optativo, es inevitable.
alarbrazos
con dedicatoria