Para engañar a la muerte,
moribundas cucarachas
se tumban boca arriba
las espaldas contra el suelo:
"vete, que ya no existo"
-le susurran a la muerte-
Pero la muerte es sorda,
no tiene sentimientos,
Los seres lastimosos yerran
al final de la vida,
engañaron mucho,
engañaron siempre,
mas la empatía de lástima,
a la muerte ni la roza.
Los humanos hacen leyes
con embudos,
(discriminación positiva)
mas la muerte es de otro mundo,
del mundo tercero, o segundo,
del quinto cuadragésimo,
de allá, de lejos,
con sus dedos largos
y llegar a tiempo,
de llegar a su hora.
Los mundos inevitables
con sus mismas cucarachas,
y los otros todos,
cartel lastimoso y mano abierta
en la cárcel, en la iglesia,
"dame, que aún sigo".
además de bien lograda,
ResponderEliminaringeniosa poesía
saludos
Zi zi... pero yo sostengo con pasmosa sonrisa que la muerte pertenece al primer mundo, y en el se va a quedar.
ResponderEliminarPor cierto, también puede que salgan cucarachas en las copas. Me ha dicho un grillo vivo que te has apuntado a la movida en julio, jejeje...
http://sombrasbaul.wordpress.com/2012/06/30/duquesa-tiene-un-lagarto-en-la-copa-oiga/
pués... véte preparando, chiquilin!
Abrazotes, espirales, y tirar la llave
Miguel