Que se acomode el público,
en el circo, sala de cine,
congreso de imputados,
platea o fuera del teatro,
la función, va a empezar.
Para que todo funcione,
los funcionarios engranajes
mantendrán el sistema esclavo
con el aceite de su sangre,
las ruedas dentadas gritarán
ante los nuevos ajustes
consignas de viejas revoluciones
para sostener lo insostenible.
Toda la artesanía es arte
en su función,
pero hay otra intención
en el arte
que no es artesanía.
De un Durero a un Velazquez
todo son manualidades.
De Praxísteles al marmolista
son las manos divinas
las reinas de la función.
Es la conexión
entre la neurona del arte
y la mano del artista
un camino artesanal
sin oculta intención.
La trama subliminal
siempre busca engatusarte;
en las legumbres cocidas
el arsénico fatal.
El veneno cotidiano
en microdosis por el canal
a gusto del humano.
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