montando cadenas

El arte, ya no es lo que era.
En China hace decenios que inventaron las cadenas de montaje para copiar obras de arte en el ramo de la pintura, pero podría ser lo mismo en escultura, o en cualquier arte que pueda ser copiado.
Y son buenos, ya que para entrar a trabajar en una fábrica de montaje deben de tener que superar unos requisitos que empiezan en las notas escolares de artes plásticas. Si pasas los cursos con buena nota, tienes trabajo en esta factoría.
Henry Ford lo hizo con la industria del automóvil en EE.UU y su triunfo es patente, puesto que todos los países  todas las fábricas, lo copiaron a él.
Cadenas de montajes. Cada cuál hace un trocito, aprieta un tornillo, se especializa en copiar el agua del río, su compañero el agua del mar, el otro de más allá, los copos de nieve, y aun hay quién, el hielo del casquete polar.
Todo es cadena de montaje, un medico cuida el riñón, el otro las uñas de los pies, o la depresión. Para todo hay un especialista en el montaje de la cadena. Tú escribes poesía, y tú, novela. Aquel estilo cervantino de mezclar todo en una alquimia de potaje con garbanzos o menestra de verdura es agua pasada, que ya no mueve este molino del siglo XXI.
Llamemos polifacético a quien intente hacer un coche con sus manos, a quien en el mismo huerto plante patatas y pepinos, tomates y cebollas, melones y zanahorias, todo compartiendo espacio, sol, insectos, y contra=insectos, pero si para cada variedad hortelana, se necesita un producto distinto de Monsanto, sale más barato ir a comprar al Mercadona.
Seamos prácticos, el corazón para mover la sangre y el esfínter para mover los residuos.
Cada artista tiene su propio estilo que se va forjando a lo largo de los años, formando etapas, colecciones, o rarezas, pero .........     es todo tan fácil de copiar!
Las células del ser humano, también se copian, se replican, aunque cada vez con peor calidad, eso marca el paso de los años, la vejez, la decrepitud y la muerte. Señales.
Nada nuevo bajo el sol.
Los artistas en declive, el arte, en su desfunción de repetir, de copiar, de extinguir.
La pintura antigua en China, no admitía correcciones, pintaban sobre papel absorvente.
Copiar a Occidente es un chollo.



Cuando distinguir el original de la copia es imposible, ¿ qué importa?
Cuando el vino es exquisito, ¿que importa origen ni marca?
Para beber, nada como la sed.