viernes, 31 de mayo de 2013

b´sm

Bajando a Benirrás
a mano derecha
en un secano perdido
¡Qué albaricoques
tenía el albaricoquero!
Eran sabrosos
turgentes como senos
con el pezón henchido.
Yo me bajaba del coche
y por el terraplén roquero
llegaba hasta el amarillo
de su piel tostada.
¡Qué albaricoques
tenía el albaricoquero!
En la isla del Dios Bes
donde el placer es mirar
los paisajes marinos,
amaneceres y ocasos,
de luces multicolores,
salinas y pinos
a la orilla del mar.
Basta con cerrar los ojos
y respirar profundo
para construir recuerdos
entre el área diecisiete y la pineal.
Basta de rimar antojos
y remirar al mundo
de locos, limbos y cuerdos
desesperados y aburridos en el mal.
..Y al son de los tambores....
bailan las cañas,
en la eterna Benirrás.



2 comentarios:

  1. Un placer recibir los halagos, de quien en su dia fue residente y hoy bebedor de recuerdos y añoranzas.
    Ibiza,la isla de Bes, te espera con los brazos abiertos para cuando quieras volver

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  2. "Isla de los que habitan en Bes" es la traducción que yo propuse y sigo proponiendo.
    Habitar en Bes es algo extraño para el mundo actual. y es mucha la gente que hace lo posible para estar algunos días de su vida para intentar comprenderlo, o sin saber que comprender, se trata de seguir una intuición.
    Todavía los estudiosos del nombre consideran a Bes un dios irrelevante y secundario, sin percatarse de que era el único dios a quien los egipcios representaban de frente.
    Un dios para esta vida, no para después de la muerte. un león puesto de pie.

    y volver, volver, volveeeeeeer........

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