Hay en tu precipicio
un universo de agua y sal
donde la frontera fluctúa
entre el venir y el marchar.
Somos crisálidas empáticas
en nuestras luchas interiores,
transformando los pasados
en futuros del desconocer.
Con las alas plegaditas
en el refugio del invierno,
sintiendo los rayos solares
calentar el muro-protección.
Desde dentro se rompe el huevo,
desde afuera la tortilla.
Desde los dedos te quiero
al verte con los oídos
en la pura vibración.
Imposible conectar mas.....!
ResponderEliminarLlegas hasta las entrañas mas extrañas...
Desconocemos el universo de adentro,
ResponderEliminartanto perseguir espejismos externos.....
el mundo no cambiará si no cambiamos.