Pensamiento único,
el pre mío,
el curso con, concurso,
"esa cosa suavecita
debajo de la blusa"
(por dentro y después de).
La bota sobre el rostro,
la televisión a un palmo,
la vara del amo.
Para dirigir el pensar
el pre mío del concursar,
en las bases infinitas
monorail o dualidad,
el caballo de hierro
cruza la pradera,
humo sobre el cerebro,
el pre suyo del amo
con la vara del mandar
zanahorias de la huerta
lejos cerca del paladar.
¡Ande vas tú a concursar
si es un desfile de corsés!
Espera que llegue el verano
con sus camisetas al revés,
decoradas con agua clara
para resaltar lo que sí es,
carne turgente entusiasta
en edades de los pralinés.
¡Ande vas alma cándida
con el cerebro en los pies!
¡Dónde, dónde, dónde,
ni en el ahora ni en el después!
Siendo amaantes ad aeternum
siendo Dios, virgen y tres.
Sé lección y aprende:
para llegar al final
en la criba iluminati
de lagartos y culebras...
...............................
curso piramidal.
De acuerdo, hay pre míos que a menudo parecen post mortem.
ResponderEliminarSin embargo la carne turgente entusiasta es algo eterno y si no existiera habría que imaginarla.
¡Mucho ojo con el OJO!
El pre suyo del amo conlleva competición, que es el adversario del compartir. Hay una dualidad en todo que justifica siempre al adversario.
ResponderEliminar"Adversar" es moverse girando, y es una realidad turgente, pero el tema del premio está en la zanahoria, lo que nos ponen delante de las narices para seguir moviendo la noria.