de caza y pesca

- estalento
- ¿Qué? No te entendí.
-  Que está lento.
- ¿El wifi?
- No. Tu talento.
- Ok. No hace falta ironizar.
- Era puro sarcasmo.
- Anda y no me jodas!
- ¡ Bipolar!
- ¡Mono tono!
- Sin ánimo de ofender. Jamás animo a ofender a nadie, por aquello de que insultar puede cualquiera, pero llegar a la ofensa, solo aquellos a los que tú mismo les des permiso.
- Lo puedes repetir?
- Sí, claro, como no. Jamás animo a ofender a nadie, por aquello de que insultar puede cualquiera, pero llegar a la ofensa, solo aquellos a los que tú mismo les des permiso.
Hay una referencia en el Quijote más explicativa, pero no recuerdo el capítulo. ¿Leíste el Quijote?
- Sí.
- Y a lo que se ve, ese concepto te pasó por alto.
- Puede ser, hace mucho.
- Lo leíste de deberes en el colegio?
- Sí, hombre, en parbulitos.
- Ajajá. Te estás ofendiendo.
- No. Tú me estás insultando.
- De eso nada. Pregunta a cualquier lector y verás.
- Para preguntas estoy yo. Empezaste con que no tengo talento y ya vas por poner una pica en Flandes.
- Pareces un Sancho que enlaza refranes o frases sin saber de enfermedades o nombres propios.
- Ahora si que no lo pilla ni Dios!
- Por la sarna de Sarra lo digo. Era un dicho popular de aquellos tiempos, el vivir más que Sarra, que debió de ser uno de esos que no se mueren nunca. Pero el cabrero, que cambio Sarra por sarna se ofendió, a lo que el Quijote le respondió, calmándolo, que tenía razón, que más años vivía la sarna que cualquier Sarra.
- No era Sancho?
- No, pero era un villano como tú:
- Los que os creéis mejores, sois los peores.
- Villano de habitante de villa. Villa - real, Villa - malur, Villa - hermosa.
- Villamalur se escribe todo junto.
- Y Villahermosa también.
- Bueno, que me ibas a decir del talento.
- Que desde muy antiguo, se denominaba talento al dinero en diversas formas. Porque, ¿Para que sirve un talento si no te reporta beneficios? El talento podía consistir en preparar venenos, manejar el florete o jugar al fútbol, dependiendo de épocas. Lo importante no es la acción, es el beneficio. Tanto si cazas conejos a lazo o jilgueros en red, hay que buscar la rentabilidad de las acciones.
- El oficio más prehistórico, es el de cazador.
- Sí. De talentos.