no recuerdo olvidarte,
se me olvida recordar,
las palabras del verbo,
declinar y concordar.
Vivo nombrando silencios
que me retumban por dentro
en blanqueo de sepulcros
de panteones familiares.
Morí hace ya tiempo
y camino en los blancos
de las resmas a manotazos
con cuadernillos de papel.
Fueron tus besos sin epítetos
de tatuaje a collar marcado
con el beneplácito del esclavo.
Algunas noches paro y constato
y no, no recuerdo olvidarte
en el sumario de la recapitulación.
Podría, sí, pero no quiero.
Soy un prado de ácaros
donde pastores rokefellers
mandan sus putos mosquitos
en busca de mi sangre,
y como Tántalo y Sísifo,
como Ixión, resisto.
así, sin recordar olvidarte.
Hay textos que me dejan en silencio como éste tuyo de hoy, creo que mis palabras estropearían las tuyas.
ResponderEliminarPreciosa tu entrada, la verdad es que me ha encantado... No dejo de leerla...
Un beso.
Hay textos que me dejan en silencio como éste tuyo de hoy, creo que mis palabras estropearían las tuyas.
ResponderEliminarPreciosa tu entrada, la verdad es que me ha encantado... No dejo de leerla...
Un beso.
los ecos insisten, y siempre encuentran un cauce para seguir descendiendo.
Eliminarb7s
¿Y tú puedes escribirle un poema de estos a alguien que no conoces?.Es que a mi nadie me ha escrito cosas así y morirse algún día sin experimentar lo que se siente con algo tan hermoso, es una gran p....a.
ResponderEliminarSe precisa un nexo, podría escribir el poema solo mirando los ojos al enamorado, o quizá oyendo en su timbre de voz, ese enamoramiento. podría escribirte a ti entre los blancos de tus negras, que si quieres puedes, dicen, pero si no puedo, es porque no quise, no quise del todo, demasiado miedo.
EliminarAy!!! si hubiera querido!!!!
Hay. Queda. Aún. Persiste.
La poesía es de quien la experimenta, esta pues, parece tuya.
b7s
Hoy lo amaré, me dije al leer el poema.
EliminarLo amaré cinco horas, las necesarias para tomar impulso vital y luego distancia.
Pensé, y si lo amo, ¿porqué a mi no me ha escrito un poema en prevención de este amor espontaneo?, y luego recordé que fue el poema el que me hizo amarlo.
Amar es cosa de intención y ayer, yo tuve la intención de amarte, cinco horas. No con Mario, sino hasta que salí al ruido.