barrió el barrio

El barrio se ha activado de manera silenciosa. No sé como empezó, pero hace ya bastante tiempo.
Mi barrio es el más cercano a la universidad. Aquí se sufre lo que llaman fiesta de bienvenida, o día de las paellas, o borrachos todos. Es un día en que el ayuntamiento manda a la brigada especial de los barrenderos un par de veces para recoger las botellas rotas de licor sobre las aceras y el resto de basura por todas partes. Ya después de comer los guardias municipales cortan la avenida al tráfico, intentando evitar que algún borracho resulte atropellado.
Sin embargo, esa no es mi noticia; mi noticia es la activación silenciosa del barrio a través del
 "punto activado".
Este término, recién inventado en este instante apela a la costumbre que está emergiendo y que consiste en encontrar un punto visible, discreto, espacioso para que de manera armónica pueda ejecutarse la labor. Esta labor a ejecutar es dar nueva vida a lo que ya no vamos a usar, pero que todavía no merece acabar en la basura. Así, hay un punto cercano a la salida del Mercadona donde se ubican contenedores de basura y también un depósito para el aceite usado. Y es aquí, a los pies de este contenedor donde se depositan elementos que han tenido poco uso o que están en excelentes condiciones, o que si es de metal, algún chatarrero lo aprovechará. He visto a los pies de este contenedor multitud de cosas abandonadas con un empaquetado demasiado meticuloso, o sencillamente, sin nada, dejando ver su esplendor: gafas de aumento y audífonos, cubos de fregar, bolsas de pan, de arroz, sartenes, estufas, ventiladores, aceite reciclado, pantalones lavados, planchados, doblados, apilados, y un largo etcétera de cosas variopintas, que esos mismos estudiantes borrachos, cuando están serenos, regalan de manera anónima lo que forzosamente tienen que abandonar. Bueno, quizá son vecinos y no estudiantes, pero el barrio es el universitario. Y, sí, enseñan y aprenden que la Tierra es una pelota que gira, pero esto es muy de la moda actual, moda que ya dura 500 años, con los trileros y la pelotita. Todo se andará amigo Sancho, todo se andará, que decía el insigne y ficticio manchego.

Esta televisión rota si que había cumplido ya su ciclo. Esta, y todas las demás que fueron delante.
https://www.youtube.com/watch?v=OdJaRr9LqSc