camelleros

 ...taba yo elucubrando como culebra pa ser má tostón quel Erostontones....... pero ande encuentro yo un tío que vaya andando de Castellón a París para que cuente los pasos y asin sacar los 7,2.

Y macordé del Mechan, el gabacho que se vino al Bartolo para triangular con el Espadán el monte aquel de Ibiza donde chocó el avión.

Hay gente que escribe con saña, con buena saña, o con Malasaña, pero para eso habría que haber vivido en Madrid, cuando las putas pulpulaban por la calle La Luna. Sus largos tenta culos succionaban clientes para el alquiler de las habitaciones por horas. Con ojos periféricos se observaba al macarrilla en la otra esquina. Aunque sufrí varios acosos, siempre pude escapar fácil, menos una vez, que ante la persistencia puteril semen ocurrió decirle que era cura, que yo era cura, que me había quitado el alzacuellos, pero que ya me había arrepentido, y entonces me lo quiso ver, pero salí corriendo. En aquellos años jóvenes, no tenía yo problemas de artrosis tobillar, ni pancha tampoco.

Nos hemos quedado con ganas de avión. Nunca se hizo una película del vuelo 602, porque cuando el de Iberia bajó, había mucha niebla y la montaña no vio. 

Al menos la muerte de los 104 ocupantes fue instantánea, no tuvieron tiempo ni de asustarse. Todavía hoy, 50 años después, aún quedan restos de hierros esparcidos. Es una zona de nulo transito, (con lo pequeña que es la isla,) y 99,9 de residentes o vacacionantes ni saben ir a la ladera de Sa Talaia.

Y haciendo el dibujo retrógrado, para llegar a donde empezamos, que coincidencia, que el camellero de Eratostenes acertara con el computo de pasos de manera tan precisa. Es que no se desvió ni un palmo, dos mil, 2. 000 años y pico han pasado y la circunferencia de la Tierra sigue con la misma cifra que calculó el director de la biblioteca de Alejandría. Un brindis por el camellero. Hay que reconocer, que en 1.000 km es muy fácil perder la cuenta de los pasos. Si contamos a metro el paso, nos sale un 1.000.000  a 30.000 pasos al día, un mes y pico chano chano.

Yo, con la cabeza que tengo me descontaba seguro, se ve que en otra encarnación no he sido camellero.

Aquí en las sombras, se aprecian los rayos paralelos del sol.