Yo he vivido puestas de sol
tan largas que no se pueden contar
subiendo y bajando montañas
con cielos azules rojos amarillos
y naranjas con nubes o sin ellas
cumpliendo profecías.
Yo he hecho prosa cortadita
para simular poesía
mientras el sol hacía
guiños al descalabro,
yo que me invento palabros
para ver qué puerta abro
que te haga volar por dentro
donde no hay esclavitud
y tengo que al menos lo intento
mientras las palabras reviento
en la búsqueda de la luz
por si arranco una sonrisa
en el blanco abanico
de tu día nuevecito.
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