martes, 17 de octubre de 2023

De la taquigrafía a los aguadores.

 



Antes de que las redes de distribución de agua potable estuviesen totalmente implantadas en la sociedad había personas que tenían el oficio de traer agua de la fuente en cantaros o en botijos.
Antes de que las grabadoras de sonido fueran tan usuales porque estuvieran en todos los teléfonos móviles y que todo el mundo tuviera un teléfono móvil existía la taquigrafía que permitía escribir a la velocidad del habla.
Todavía en las playas o en las ciudades hay vendedores ambulantes de agua con sus pequeñas botellitas de agua fresca para alcanzar a los sedientos.
Todavía en congresos o en públicos estatales hay personas encargadas de hacer transcripción en taquigrafía.
Algunos oficios pasan y se van porque son puntuales en el desarrollo civilizatorio. Esto pasa de manera natural, cuando se quieren forzar oficios o costumbres, la represión del Estado algunas veces funciona pero otras no.
Las putas
no hay manera de quitarlas
ni por ley ni con multas.
Oficio que persiste en las suelas de las sandalias

para marcar el camino de las húmedas playas.
Mezcolanzas de fluidos
que destruyen contenedores
por las suciedades arrojadas
en intercambios a corto plazo.
Las putas
almas perdidas
buscándose en la basura.
Los nómadas buscan compañía cuando no huyen de nadie.
Los fugitivos busca el refugio donde esconderse de sus miedos y enterrar sus cobardías.
Los puteros fugitivos buscan a las putas refugio y algunas veces piensan que el albergue es para siempre.
Dolorosos errores.

Amores.























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