Tengo un verso a las puertas
y se me pierde como
sombra al anochecer
No tengo nada
no tengo nada que
necesitar
Hay un vacío que llenar
hay una cápsula que
abrir
hay un mundo para cantar
y muchos deseos de vivir
hoy he descubierto
que no se quiere quien no se deja
querer
hoy he descubierto
los misterios del dar y el
recibir
hoy tengo las uñas prensiles
para trepar a lo
más alto
hoy tengo los ojos retráctiles
para buscar por
dentro
hoy tengo los mismos amores
pero más conocimiento
hoy tengo cosas que soltar.
No soy de
padmassanas
la conciencia es un jarro de agua fría
no se
necesita un chapuzón de agua helada
es abrir una puerta sin
precisar
portalon de castillo
el sol en el rostro
el
viento en las ramas
el bosque murmullos
el bosque en
silencios
y el niño al trote del verso.
Escuché las voces
del niño
en 10 rostros de mujer
en dos círculos
perfectos
con engranajes tractores
caminando hacia lo
profundo
hasta que un sollozo maduro
llego como un
revoltijo de luz.
Y tan sin nudos quedamos
qué nos vimos
absolutamente bellos.
Y me dió por reír y saltar
Sin saber como, a veces ocurre que los nudos gordianos que nos atan a lo imposible se liberan..
ResponderEliminarLa invisible mano que opresa el corazón libera su agarre, la transformación mecida en cuna de experiencias, de noches oscuras muestra nuevos amaneceres, nuevas oportunidades desnudas al nacer
Nos muestran que amar, correr, besar, reír saltar como todo lo bueno descoloca, despeina.... suele notarse cuando nos da
por reír y saltar
Círculos, vínculos, miradas de eternidad...
A donde irán los versos perdidos ?