jueves, 16 de agosto de 2012

fotball


Ya no te puedes hundir,
estás en el fondo,
la quilla sobre el fango,
la amura besando el lecho,
el mástil a cuarenta y cinco grados,
sin bandera,
con las drizas a la corriente
haciendo de banderolas
deshilachadas.

El fantasma del fútbol,
mirando a niños asustados
que dicen que ven muertos,
cuando los fantasmas ignoran que lo son.

Y allá van las trilerías,
atónitos ojos tras las bolitas,
bolotas, balones, pelotas.
¿Cuánto dura el timo?
El tiempo de fiesta y a boleo.

6 comentarios:

  1. Bendito-Maldito o Maldito-Bendido fútbol... amado y odiado a la par, por doquier, con razón y sin_razón. Y todo se resume en un simple monosílabo... ¡Gol!

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    1. Gol significa meta,
      la meta es una ilusión, como el horizonte, querer vivir al final es no valorar el trayecto. La meta debería ser, como el cumpleaños un día más, donde se puede compartir más, pero nunca el valorarlo como meta.
      Ir corriendo meta tras meta, es perseguir la zanahoria tirando de la noria, como el borrico.
      Cuando el goce del instante es mirar pelotas en pies ajenos...... es un goce, facilmente superable, pues rara vez alcanza el ombligo, normalmente no pasa del hígado.

      Un abrazo y "no te rías de mí"

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  2. Muy adecuada esta entrada en el día de tu cumple, y yo con ganas de perfeccionar la teletransportación, jiji, para pasar esta tarde en tu compañía.

    Gol significa pensar en una meta. Me encantaría hacer las siguientes partes de El Retorno de los Amr, pero he visto lo que tengo que hacer.

    Bueno... a veces lo imposible resulta lo más fácil.

    Porque lo posible, eso de darle patada, ni con miles de años ha resultado en gol alguno.

    Abrazotes, olor a comida casera,

    Miguel

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    1. Si has visto lo que tienes que hacer.... tendré que perfeccionar la telepatía para simbionarnos un poco,

      un fortisiíímo abrazo, compañero

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  3. Quizá, querido Jinquer, debí decir que los hombres no estamos preparados genéticamente para alcanzar la dignidad, por lo que tú dices, los deseos nos lo impiden y a la vez nos dan la categoría de humanos. Así pues, la humanidad es inversamente proporcional a la dignidad, lo mires como lo mires, mirándolo, mirándola o Mirandola. Y no dudes que si hubieses nacido mujer te hubiera echado los trastos.

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    1. Más me hubiesen gustado billetes y diamantes que no los trastos, pero estoy seguro que tu compañía hubiera suplido muy bien la diferencia.

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