Cuando regresar no es importante
las pinturas de guerra
son el último traje.
Ni mas culinas ni más tetonas
las mujeres no precisan
tragasables zampapollas.
El arriero dice arre
y con las orejas iniestas
las mulas arren.
No está conforme la RAE
con las palabras que me invento
pero si tú las entiendes
que se vayan los académicos
a tomar muchísimo viento.
¿Piafan también las mulas
cuando huelen el petricor
o solo los alazanes bonitos
tienen ese exquisito honor?
¿Sabes lo que te gusta? Mírame. Soy yo. Musa y Dios A
Todo el grupo de "infectadnos" ahora balan, gruñen y berrean la consigna del pastor:
Infectadlos! A esos que no se quieren poner la inyección, rebeldes, herejes, negacionistas, infectadlos. Conspiranoicos del 11S del 11M, del viaje a la Luna la esfericidad de la tierra, de los chemtrails, la evolución de Darwin la mentira de la historia y el totalitarismo actual.
Infectadlos! Que renuncien a Dios en sus corazones, que el odio germine en sus entrañas. Infectadlos! Quitarles la sonrisa, ponerles una multa y que pidan perdón.
se me ha ocurrido una idea............. con la cual aunque nosotros no ganamos nada----------- ellos pierden algo.
.-Si ellos pierden nosotros ya estamos ganando.
.-Vamos a decir que hemos perdido un control de un satélite más grande que una casa y que vamos a poner en riesgo el cielo aéreo de París o Salamanca. Con lo cual les cerramos los aeropuertos en la franja que decidamos las horas que nos dé la gana.
.-Esa idea es cojonuda, pero no podremos repetirla muchas veces.
.-No es necesario, podemos hacer una pequeña prueba y luego ya nos reservamos el gastar la broma para la fecha que consideremos que es más oportuna.
.-Nuestro coste es cero pero a ellos cerrar los aeropuertos una hora o dos conlleva retrasos en todos los aviones y eso repercute en los vuelos de todo el mundo.
,- Y al próximo les decimos que está cargado de dinamita, o nitroglicerina, y les soltamos un zambombazo como si fuera una tarta de payaso.
En cuanto sonó la música, dejé los lápices y bajé corriendo las
escaleras para sentarme delante del televisor.
.- Y los deberes?
-Dijo mi madre.
.- Después. Dije yo.
Pero ella continuó
.- Claro. toda la
tarde jugando y después no te da tiempo ....
Mientras seguía
la música de introducción a “El hombre y la Tierra” mi madre
seguía hablando recriminándome que no hubiese acabado los deberes
antes de que empezara el capítulo de la semana. Parecía como una
voz en off en segundo plano pero cuando se acabó la banda sonora y
salió la imagen de Félix Rodríguez de la Fuente ya estaba sentada
al lado de mi padre y todos nos quedabamos con un silencio absoluto
delante de la pequeña pantalla que transmitía imágenes en blanco y
negro con aquella voz de Félix que se nos metía dentro.
Las
imágenes de lobos, de águilas o serpientes..... o aquella mítica
secuencia en donde el urogallo se apartó del ángulo de la cámara y
no pudimos ver la imagen que Felix nos describía.
Yo era monaguillo y
todos los domingos, a las 10, se hacía la misa. Aquello era algo
rutinario y sin interés.
Lo sagrado, lo
sagrado era Felix, el timbre y la cadencia de su voz, aquellas
imágenes que con tanto esfuerzo se habían conseguido. Los elogios a
su equipo eran una dirección hacía nuestros futuros:
“El rostro que
veis es el mío, las palabras también, pero el equipo es quien lo
hace posible.”
Sus palabras,
siempre eran cercanas, todo el mundo lo entendía y adoraba, la gente del campo y la gente de la ciudad, peo algunas veces, entre sus palabras, ponía, alguna otra para que ampliáramos el
vocabulario. Recuerdo una, nefando. El crimen horrendo de los
pirómanos, de todos aquellos seres humanos que por su mísero provecho arruinan el bien
común.