miércoles, 2 de enero de 2013

vinagre y miel.

Yo quiero estar contigo,
pero no sé.
Yo busco aprender
de lunes a domingo,
pero soy un manostijeras
cuando eres de papel.
Soy vinagre de manzana
cuando eres pura miel,
(esta mezcla agridulce,
muy comercial, no es),
un artista adelantado,
un barajar extraño,
con cartas de distinto
tamaño.
Un Montesco Capuleto
en otro guión
con final feliz.
Obligados a reñir
en el abrazo eterno,
el querer y el sufrir.



Me retracto en algo, acabo de probar la miel con vinagre, al 50% y el líquido tiene un sabor refrescante, delicioso.
He buscado pues en la red, y sí, parece ser que era una bebida famosa ya entre los griegos antiguos, aquellos que lucharon por su libertad y contra todo pronóstico, vencieron.
Se supone que heredamos de ellos la mente sana. No es un arma a estos devenires, la espada de hierro, ni una defensa el escudo de pieles. El arma que necesitamos está en la mente, pero conectada al corazón.
Hay en el mundo mala gente, pero en poca cantidad. Nos hace malos la tele, el fútbol, el que dirán.
El enfrentamiento es desproporcionado, a nivel de posesiones terrenales, pero nadie es mejor que nadie, deberíamos llevar la lucha a un paso estrecho, unas Térmopilas, de aguas calientes, de sangre, fluidos que con permiso de Arquímedes, encierren claves que despertar.

No conocemos ni nuestros propios caminos






3 comentarios:

  1. Aprender es darse cuenta
    que tu compañero te abandona
    en un frente común por el que tu has luchado por él.
    Que critica a los gobiernos que engañan
    y se vende en cinco minutos
    a los mercados capitalistas
    por 15 euros y una botella de vino.
    Aprender es vivir con pasión: el amor, el sexo, el arte... las decepciones.
    Y compasión es lo que yo siento
    al descubrir que el aceite jamás
    podrá ya mezclarse con el vinagre.

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    Respuestas
    1. Sé feliz:
      espera menos,
      espera poco,
      no esperes nada
      ni obedezcas consejos,
      el mundo se acaba....
      un día de estos.
      No el mundo de los otros,
      el mundo nuestro,
      el de los besos
      y las miradas,
      de los dormires y despertares,
      en la vida o en la muerte.
      la culpa es
      del rey,
      de la culebra alimaña,
      de las nubes,
      los rascacielos,
      o cualquier otra patraña.
      Nunca sabe el agua del río, cuando comienza el mar, cuando deja de ser dulce, para los ojos irritar. Se llaman deltas, esos lugares donde el nacer y el morir se juntan y arrejuntan, con el agua de los ojos al reír y al llorar.
      Hay un corazón-motor escondido en algún lugar, donde los ojos de Dios ven por el lagrimal tantos intentos vanos de buscar y no encontrar.
      Todo en la vida es dolor, hasta la sombra de los budas en el valle del despertar.

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  2. Un dia terminará el dolor jinquer, existe un buen porgrama para a cabarlo

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