Vamos, anda! No me insultes
llámame fascista, rancio, cavernícola,
pero no me insultes en basto.
¡Futbolero!
Beber cervezas en el bar al grito pelado
de uyyyyyyyyyes y gollllllllles
arropado por la secta del grupo
que me acepta en el ser igual...
Vamos, anda! No me insultes.
Ignorar illuminatis y chemtrails,
a los gladio, anunakis y Mosad,
a los onces que ya pasaron
y a los onces que vendrán,
Niu York, Madrid Londres y Japón,
las torres, los trenes, el metro, el tsunami,
la mano que mueve desde atrás.
No saber del de Baviera y los Rotchils,
Rokeffeller, Albert Pike y la Ge.
¿Donde está la pelotita?
Los trileros de alto copete,
el fluor en el agua,
el fracking y la televisión.
¿Futbolero yo?
No me insultes. Vamos, anda
¡a otro cornudo con ese capote!
Que tengo yo los colores
en los ojos de la amada
y me gustan las flores
por el perfume que dan.
a menos que brasil disfrace a alguien de neymar para que lo reemplace al igual que lo hizo cierta vez en el mundial de chile 1962 donde amarildo reemplazó a pelé que abandonó el torneo por lesión, para luego campeonar, la efectiva selección teutona tiene todas las de ganar.
ResponderEliminaren el otro partido, a holanda, que ha demostrado saber cómo vengarse de afrentas pasadas, sólo tiene que acordarse de la final de argentina 1978, ante este mismo país y desaparecerlo en el ipso facto.
por favor, dos cervezas bien heladas, que yo invito y que pongan mínimo un televisor de 75 pulgadas, en el bar, para ver hasta lo mínimo en aquellos encuentros.
palabra de un pirata que se jacta de no ver fútbol.
tengo la ilusa presunción de imaginar al futbol disminuyendo. Pero no es así, la vida sigue igual, somos robots con pilas emocionales.
EliminarTener que generar la propia adrenalina para chupar la propia sangre, termina aburriendo.
saludos