me sube el olor de tu sexo
aunque tu ausencia se cuenta por semanas.
Tu cuerpo es más caliente
que todas las fogatas,
entre las sábanas húmedas
de tu placer enamoradas.
¿Qué las sábanas no se enamoran?
¡Hasta los azulejos de la casa
andan melancólicos
de tus andares y pisadas!
¡Hasta la lejana palmera
te busca al través de la ventana
en una línea oblicua
donde tu cabeza en la almohada
despierta amaneceres
en los que tu amor me acompaña.
+`+`+`+`+`+`+`+`+`+`+`
Juega el gato con tu sujetador
en la alfombra escarlata,
botín alevoso de la habitación
donde anoche te desnudaba.
Y yo juego con tus versos
que se hacen vientos y palabras.
Feliz felino
ResponderEliminarse relame goloso,
es primavera
La prima Vera siempre con sus juegos gatunos...
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHermoso poema de amor y pasión.
ResponderEliminarQue nunca mueran ninguna de las dos cosas.
quienes morimos somos nosotros, los amores y las pasiones continúan,
Eliminarel amor y la pasión lo impregna todo: el ambiente, las paredes y los muebles y su olor trasciende el tiempo a pesar de la ausencia.
ResponderEliminarsaludos.
quizá el amor pasional emite más efluvios que el paternal, o al menos en la misma vibración, porque indudablemente, ningún amor es más grande que el de una madre por su hijo.
Eliminarsaludos
Impresionante!! que manera tan bella de hablar de la ausencia de quien amamos...
ResponderEliminarMe ha encantado.
Muchos besos
Tú si que eres Circe!
ResponderEliminar(Aunque claro, no para todos Circe era encantadora. Ni tampoco es lo mismo encantar que quedar encantado))
b7ss