larga es la descendencia de Zeus.
Siempre está en medio de todo,
parece el jueves, de Iupiter celeste.
Siempre entre diosas y mujeres,
con afeites y disfraces,
que ahora me convierto en toro
y te secuestro y te amo,
que ahora en lluvia de oro
sobre tu vientre impoluto,
Un Heracles por aquí,
un Sarpedón por allá,
dejando la simiente solo,
y celoso, muy celoso,
que perdona a Aristófanes
que lo derroque del cielo,
pero no consiente un abrazo
de Ixión a su adorada esposa.
Nubes, nubes, nubes
para el lanzador de rayos,
el gigante gaseoso y protector.
Nadie quiere ser Ganímedes,
ser inmortal es algo mejor.
El carroñero oscuro, el que piensa con anticipación y el libertador (de derecha a izquierda)
En el nexo entre paternidad y propiedad de lo creado está el engaño olímpico. Lo superior divino y mítico siempre será la verdad, la que hay en el círculo de nacer, crecer, morir y renacer. La que es el sentido de la vida, de la naturaleza y que en esencia es mujer. Por tanto Zeus Júpiter en el fondo es un impostor y mal fingidor. Pero la broma lleva miles de años surtiendo efecto.
ResponderEliminarBonita y amplia disertación sobre la influencia de las endoculturaciones..
EliminarUn abrazo.
que maravilla escribes a diario me ha gustado tu blog descubriendo almas te he encontrado
ResponderEliminarSi coincidimos en algunos sentires, .....alegría! Que lo mejor del camino, es la compañía.
Eliminarconvertirse en lluvia de oro tan sólo para follar, sí que es toda una fijación.
ResponderEliminarsaludos.
Bueno, pero nació Perseo, uno de los primeros top Marvel
Eliminarsaludos