Hablemos

En demasiada gente y por demasiado tiempo el sexo es eje central y primario.
La mujer un coño con flores, el hombre un obelisco inacabado.
Hablemos de raíces. Del origen cultural en religiones o países.
Hablemos de agricultura, con sus ramas colaterales caducas y perennes.
Hablemos. ¿Qué ofreces?
Una muñeca vestida de azul?
Tres ovejas en una cabaña?
Hablemos. ¿Qué tienes?
¿Exponer que todo es mentira?
Triste,
ojos que brillan,
fulgores hipócritas, luz
que alumbra miserias,
esclavitud,.
Despertar para ver cadenas,
mejor dormir
mejor reír
ignorando las penas
y las rimas obscenas
en el coño viril
con el culo apuntando arriba
en el dar y recibir.
Hablemos
mientras buscamos cultura
en un Mundo Feliz
con 1984 dístópicos
y nada por que vivir.
Nosotros,
con el peso mismo
de la fatuidad,
con un talón de hierro
en donde Aquiles no existe.
Mismo peso, pesimismo,
ver la cárcel y no poder escapar.
Envidiar los barrotes transparentes,
esa ilusión de libertad,
el acatar las pro formas
de jorobas carceleras
y las franjas horarias
en el sentir y el pensar.
En el foso no hay leones,
demasiadas ratas cobardes
en los caminos asfaltados
por hormigas pulgoneras
donde el verde nunca crecerá.
Mientras más grandes las alas
más alto se puede volar.
Vendiendo aire
para secar
 lagri males.
El tamaño es una cuestión de distancias,
la nube que oculta al sol,
el dedo que tapa la nube,
el ojo que todo lo ve.
El mar tiene allegro tormentoso
y piano melodía
y silencio en pentagramas
que busca blancas y corcheas.
Tengo la negra,
al primer golpe se fue adentro,
antes que las lisas y rayadas
en el verde tapete americano,
un mal golpe con el taco.
Me cago en todas las putas formas,
las consagradas en el copón
y las obleas en el horno,
donde se cuecen las ideas
en el crepitar de las neuronas.


En el actual presente distópico, esta imagen es una utopía.