martes, 21 de octubre de 2014

Querol

Se nace a los setenta
y como los gatos
quedan siete años de luz
antes del merecido reposo.
El fuego sin el humo
proyecta los calores,
y canaliza relaciones
hacia el futuro mejor.
A los setenta se sigue,
bebiendo del Grial
con la compañía mortal
de los amigos inmortales.
Cuando es joven la mirada
los ojos son experiencia
de  fracasos  y de aciertos,
de errores, decisiones,
de victorias al barlovento
que vuelan y se alejan
expandiendo los sentimientos.
Se comparte sin usura,
no hay en las nubes vejez,
la lluvia es otra cosa,
es ir dando regalos
porque el cielo no guarda,
solo se deja llevar.


2 comentarios:

  1. ¿Dónde van a parar los inmortales ratos pasados con dichas compañías?

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    1. Viven en las nubes, junto a miles de millones, y aún hay sitio para más, para todo lo inmortal durante toda la eternidad.

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