Nos conocimos para siempre
tú
musa intermitente
buscando bailes y canciones
yo
poeta circunstancial
perdiendo las ocasiones
tu mi musa intermitente
mi yo
Ortega circunstancial
de filosofías amatorias
en bares trasnochadores
por los caminos viejos
que salen de la ciudad.
Quisiste guardar un pedazo de castillo para ti....
ResponderEliminarTodos salimos de la ciudad castillo planeta con preocupación por nuestra rosa, y nos gustan los corderos dentro de sus cajas de cartón con agujeritos aunque pusimos sobre la flor una gran campana de cristal.
EliminarY encontramos un aviador a quien confundieron con un sombrerero cuando niño y aún así, nunca renunció a sus preguntas.