bromas telefónicas

Absorto en mi soledad, suena el teléfono y pulso la tecla de contestar como si descolgara el teléfono de algún sitio.
Una voz femenina me pregunta por Paloma y yo con mi voz grave al natural le digo que sí, que ahora se pone, qué de parte de quién,  y entonces me cuelga el teléfono o pincha la tecla desconectar.
Parece ser que he puesto a Paloma dentro de una elucubración de estas mentes que ven mucha televisión con historias de mala gente (porque la gente feliz no vende en esta sociedad de consumo lo que vende es la gente mala.)
También podría ser, Paloma, que quién esté elucubrando sea yo, y sencillamente a la otra persona se le fue la cobertura. Pero esto parece más improbable.
Así es que Paloma sin comerlo ni beberlo, sin conocernos ni de lejos, te he colocado en una posición que ya veremos qué.
Elucubrar es hacer suposiciones sin fundamento.
Eculubrar no existe en el diccionario pero si existiera significaría lo mismo más graficamente. Sería zigzaguear como culebra, un camino muy distinto a poner una luz pequeñita dentro de una gran oscuridad qué es lo que en realidad significa elucubrar.
Juro y rejuro que no hubo maldad por mi parte y espero no haber sido origen de ninguna catástrofe en tu ámbito cercano. Y derivo el problema a la mentalidad de tu ámbito cercano.
Ya sé que no se deben repetir dobles palabras, que no queda bien pero estamos en el 2020, buscando en Guadalajara los cerros de Úbeda.
Y si estás con alguien, Paloma, que sea de tu agrado y del agrado del entorno, y si no estás con nadie, que quede bien claro y no haya equívocos, y si los hay que se resuelvan.