Hay que librar al mercado de la competencia.
Una zona boscosa colabora libremente
cual cabellera sobre cabeza
porque lo importante
es lo de dentro.
Un mercado donde solo el productor
pueda vender,
un mercado sin ciudad,
en equilibrio con el número.
Donde la moneda felicidad
sea el banco comunitario
y los demonios ruines
no puedan traspasar
la imaginaria línea
del alma de verdad.
Qué bonito lo que escribiste, Rafa, ójala la moneda felicidad sirviera para todo.
ResponderEliminarBesos.
Ojala fuera así, pero el oro nos ha contaminado.
Eliminargracias por venir
B7s
Hola Jinquer. Aunque me asomo por aquí de vez en cuando, nunca me había atrevido a comentar. Hoy lo hago contestando a tu cumplido en SB.
ResponderEliminar¡Jajaja! A Miguel no le ha gustado nada mi poema porque me ha baneado de su blog.
Te doy las gracias, aunque mi futuro no es el de poeta. Y a Miguel es muy fácil entenderle cuando se le coge el hilo. Lo que ocurre es que lleva el "hilo" muy oculto.
Qué suerte que ya tengáis castañas por ahí. En Asturias no empiezan hasta finales de octubre, así que me reservo el viaje para esas fechas. La cabaña me espera a su cita fiel.
Besines.
marimen
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTe ha baneado? No sé, ya lo hizo con más gente por motivos que el sabrá.
EliminarNo acabo de entender si estás en Asturias, pero en ciudad, por lo que ir al monte es como un largo viaje.
Lo de besines, sí, es un diminutivo más utilizado en el norte que en el sur.
b7s
( En valenciano, siete, se pronuncia set, y besets es un diminutivo similar al de besines)
¡Jajaja! Rafa, me muevo tanto que despisto a la gente! Estoy en Soria, en el pueblo y rodeada de pinos, pero también hecho de menos los castaños de Asturias, por eso lo del poema y lo de besines. Pero tampoco soy asturiana ¡eh!
ResponderEliminarSoria, bonito el claustro bajo el monte de las ánimas.
ResponderEliminarb7s