confianza

Se me ha puesto el miedo en los tobillos
como grilletes ante precipicio.
¿Iré con el cirio peligroso
a alumbrar el rostro del amor?
¡Oh esposo inmaculado,
no derramaré cera sobre tu piel!
Déjame verte al sol,
amante a medio día,
dueño de mis noches.
deja que mis ojos,
acaricien tu luz.
Mas si temes asustarme
con tanta beldad en penumbra,
nunca sueltes mi mano,
que a tu soplo vivo.
No me des privilegios
que los mortales ignoren,
dame tus noches,
dame tu voz y tu silencio,
tus caricias divinas,
tus besos y a lo que huelen,
¡Amor! Amor siempre,

Eros y Psique

(He cambiado el aceite hirviendo por la cera, me parece más creíble.)