Del monte y la selva o viceversa

Soy géminis, naturaleza dual, y un poco animal. Soy doble animal. Soy gato y araño, soy mono y gamo.
De matrimono, mareando la perdiz, de mono que es uno y madre que es una, al gamo que es unión.
Mezclar griego y latín en raíces o sufijos, en dioses o en prefijos da mucho juego.
Pues eso, que no soy muy gatuno, ni araño ni nada, pero me gusta la selva y subirme a los árboles, y me gusta el monte y corretear por bosques caducifolios. El mono y el gamo juntos, para doblar sábanas o desdoblarlas.

Dentro de esa dualidad, hay más asociaciones de parejas animales, como el perro-lobo, que viene a ser algo así, como cuando las palabras simples se juntan para ser compuestas sin dejar de ser.
Y se juntan de muchas maneras, sustantivos, adjetivos, pronombres, verbos, entre ellos, ¡sin ningún tipo de orden! Yo no, que soy gamo y mono.

La naturaleza, sabia y vieja, ha hecho cosas impensables, como por ejemplo, el oso-hormiguero. Porque se necesita una colonia entera de hormigas para un solo oso, y que sea una colonia grande. No tanto como la colonia de la hormiga argentina, pero grande.