replicantes.

Sueño contigo
y me tiembla hasta el aliento.
A bocanadas me sales,
dormido o despierto
por todos los poros
en la piel hambrientos
de tu aire, de tu sol,
de tu soplo, de tu viento.
Ahora es normal
estar enloqueciendo
con un control total
de amor y sentimiento.
Las barreras más lejanas
quedaron atrás,
seguimos cruzando abismos,
más allá de Orión,
o la Puerta de Tannhäuser.
Poesía salvaje
más allá de los corrales,
burlando cancerberos,
más allá de las Nefeles
que el Zeus carroñero
fabrica con nubes azules.
Tus ojos,
tus ojos abarcan los cielos,
expanden los mares
en infinitos universos,
tus ojos,
tus ojos que tienen colores
de las aguas silenciosas,
de las aguas musicales,
de las aguas en murmullo
cruzando los puentes viejos,
los caminos de los amores
grandes,
las montañas de fuego
con los pies en la orilla
de tus ojos de agua.