Savonarolo y dominico,
Torre quemada inquisitiva
y Asoko rey budista.
Yo quiero palmas palmitas,
renegar de lo que manden,
olvidar lo que les convenga
y recordar hasta mentiras.
Yo quiero fama y renombre,
ser transgresor tolerante-cero,
amado por los ricos y pobres,
por el sexo de putas, y maricones.
Injuriado por los malos malotes
mártir, crista eterna y redentora,
yo quiero que me quieran los unos
y quiero que me odien los otros.
Llevar palos a la hoguera
(que se vayan al infierno)
y llorar como plañidera
(que me venga el cielo eterno)
La mayoría no quiere nada
solo fútbol y televisión.
da la impresión que a medida que aumenta la esperanza de vida la gente sólo quiere andar medio dopada con felicidades artificiales y esto lo obtiene justo del fútbol y la televisión.
ResponderEliminarsaludos.
Por consecuencia irresoluble, nos corresponde ya una catarsis a nivel global..
EliminarO eso o el aumento de zombificación va a convertir el mundo en un infierno de ni poder ni querer.
saludos
La vida estaba hecha para traer hijos a la especie; trabajar unos años hasta que su supervivencia estuviera asegurada y con el resto del tiempo, nadie sabe qué hacer.A nadie se nos dijo que la vida había que jugarla, vivirla y que la responsabilidad mayor era ser feliz jugándola. En vez de una comedia, nos la tomamos como una tragedia y estos de la élite- que son más listos que un rayo- inventaron sucedáneos.
ResponderEliminarYo mismo sigo algo trágico, aunque algunas veces me da por reír y escribir tonttás.
EliminarHay que jugar la vida, sí, pero se juega al ajedrez, sin afán de ganar, es preferible hacer una partida bonita y perder, que ganar una mala partida.
El juego es bueno, cuando es inocente. Una alegría leerte por aquí.
saludos