viernes, 30 de agosto de 2019

HPB

La élite mundial a través de los siglos siempre incide en lo que nos diferencia para separarnos.
El motivo puede ser variado, pero cabe destacar:
religioso, de moros y Cristianos 
social de ricos y pobres 
de género de hombres y mujeres.
Estos tres motivos son representativos de la historia antigua, de la historia reciente y de una actualidad con proyección de futuro.
Las diferencias que existían cuándo se generó el punto de anclaje siguen existiendo a lo largo de los siglos manteniendo el conflicto y además alimentando el problema.
El hecho principal es que las diferencias nunca pueden ser subsanadas porque son diferencias de origen y solo de manera puntual un cristiano o musulmán cambia de religión un rico o un pobre cambia de estatus social o un hombre o una mujer  cambia de sexo.
Pero todos los cambios son poco asimilables por el grupo social predominante.
Es decir que van a asistir luego en razón de la religión los conversos, en  razón social los advenedizos y en razón de género los enfermos mentales.
Porque, como ser humano, hay que estar enfermo para creer que la alteración de los aparatos genitales es relevante en cuanto a la función de los mismos.
El útero o la próstata a fecha de hoy no son trasplantables y en el caso de que en el futuro los fueran, serían absurdos, porque si se extinguieran "todes les" mujeres, sería más fácil volver a crear vida en una cápsula embrionaria que en un abdomen masculino.
Se precisa un nuevo paradigma en cuanto a educación se refiere. Un esquema sencillo y que serviría para centrarnos en lo que somos o podemos llegar a ser está en la denominada constitución septenaria hindú, es asimilable por tiempo actual, más que la nonagésica egipcia o la tripartita cristiana, en donde ni los sacerdotes saben distinguir entre alma y espíritu.


El stula sharira es una máquina tan perfecta, que alterarla solo conduce a peores resultados. Afortunadamente la muerte hace que esos resultados duren poco.

2 comentarios:

  1. hasta la década del setenta del siglo pasado se consideraba a la homosexualidad como una enfermedad.

    tras el hippismo, woodstock, el abierto consumo de drogas, el amor libre y el darse cuenta de que los maricones tenían harto dinero para gastar fue que el mundo de la psiquiatria decidió que los tal llamados enfermos, ya no eran tales.

    siempre hay que seguir la ruta del dinero, ya que todo lo cura (por encima o por debajo de la mesa)

    saludos.

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  2. HPB, Helena Petrovna Blvatsky, fue la que trajo el conocimiento hindú a occidente. Hasta ella, todos los anteriores lo escondieron debajo de la alfombra y aún a día de hoy, es difícil encontrar gente que conozca la constitución septenaria.
    Etimologicamente, la enfermedad es lo que nos quita la fuerza, y la anomalía lo que es irregular.
    La homosexualidad la veo más como una anomalía, pero en los tiempos actuales es algo tan regular que ya ha dejado de ser una anomalía.
    Pero insisto, la constitución septenaria es un buen esquema para estudiar al hombre.

    saludos

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