Se me fue volando una ene
y dejó un vacío existencial.
La ene si era necesaria
pero no era imprescindible.
Así son las aguas de la vida
en donde vamos nadando
con nuestras nadas andando
y nuestros casis y siempres
nuestros todos y a veces.
Y la ene fue soñando
con alargarse hasta la eme
con ponerse una virgurilla
con reflejarse y volar.
Y yo también soñaba
con alargarme hasta tocar
con ponerme un poema,
como corona real.
Pero se perdió la ene
como yo me perdí
en espacios vacíos
sobreentendidos de amor.
n que se va h que viene
del pasado que fuimos
donde tanto nos quisimos
que del amor hisimos
una ortografía fractal
con errores adredes
con roturas contusiones
y esguinces de tendones.
Ay buen sosimos días
y otros con más alegría.