viernes, 14 de febrero de 2025

quiero quererte y no sé si es para subirte al Olimpo o para que me subas tú

 


Fue un bonito domingo 
de caricias sensuales 
que activaron el deseo 
produciendo conflictos 
 con Nefeles inesperadas.

No me complace castigar pero yo soy Zeus y no puedo permitir Ixsiones en el cielo. Bien está que vivan y que en su reino reinen pero yo decido quién sube el Olimpo porque este es mi reino. Aquí está Safo a quien Marte y Afrodita veneran, aquí están los comensales del Banquete de Platón,  aquí están Ovidio y Aspasia, aquí están todas las mujeres guapas que rapté y algunos efebos también. Aquí están los tres gracias y las nueve musas pero no está Ixión ni lo estará.

Yo estoy aquí  y allí 
en un bautismo palindrómico 
de bendiciones con las manos 
llenas de agua y amor.
En un mirar animado  
por los planos sutiles 
sin las prisas del mundo.
En una paz con deleite 
con creaciones musicales 
y nanas a la lechuga.


martes, 11 de febrero de 2025

na nit

 Yo antes hacía viajes astrales 

y después no te encontré. 

Y ahora vuelo otra vez. 

Tengo alas de elefante y orejas de rana. 

Soy saltinbanqui y aviador en el desierto,

 soy un zorro que busca domesticación 

y retraso darte las buenas noches 

para que el día se alargue un poco más 

y te duermas sin pensarme 

y mis palabras viajen a dormir sobre tu frente 

para que cuanto tú despiertes 

veas que en tu sueño bonito 

fui vela, soplo o barquito.

La torre que vigila

los vivociclos del mar




lunes, 10 de febrero de 2025

desde las alturas

Soy un cambiapieles 

viajero del tiempo 

y me fui de golondrina 

para admirarte las trenzas 

cuando correteabas 

por las calles de Requena. 

Luego volé errático mariposa 

en un tiempo parecido 

en otro viaje para buscarte 

con el mismo deseo 

de rondar cerca de tus risas..

Luego me hice rana en una charca 

a la que te asomabas 

por el placer de acariciarme.

Y mucho tiempo en muchos viajes 

con muchas pieles te encontré:

lobo que aulla a la Luna

 rocío en tela de araña

 Horizonte vertical. 

Y tengo recuerdos 

de tus ingenuidades 

y de tus berrinches

Recuerdo con el corazón

 los almendros vestidos de morado 

y los pámpanos con su verde 

en largas filas sin fin.