sábado, 19 de septiembre de 2015

relato (cont.1)

"Lo tengo claro, la ví y no busco más".
Julián comenzó una búsqueda por las redes esperando encontrar a su adorada Silvia. Bien es cierto que con 54 años, le hacia gracia enamorarse de una foto, como un quinceañero de una actriz en un poster, Se imprimió algunas fotos de Silvia, para pincharlas en la pared y comenzó a solicitar amistades a cuantos podía en aquel lejano pueblo donde Silvia había ubicado su residencia. La primera noche fue infructuosa, la segunda noche, le pareció que repetía algún perfil de faceboock, la tercera noche durmió.Durmió tan a gusto como el gato, que había dormido sus noches y sus días, con posturas estrambóticas, o a pata suelta sobre el sofá. El sueño es fuerte, pero el deseo es persistente y así como el sueño se sacia durmiendo, el deseo se sacia con el conseguimiento.o con la hartura de no conseguirlo.
Julián era, como Silvia, soltero sin hijos. Llevaba sin forzar a la vida demasiados años, en un cómodo estado de bien-estar. Nadie, ni el mismo Julián, veía en aquel bien-estar, un mal-ser, pero cuando este razonamiento es observado, se convierte en mal-estar, y eso le ocurrió a Julián, una especie de despertar en medio de una pesadilla. Una pesadota.
Pero antes de comenzar los paseos de 830 km era necesario encontrar el faceboock de Silvia.

Estrellitas pone el agua
en la punta de la luz
que bajan por un Caño
hasta el islote de Marduck
Marismas salineras
de tu ombligo andaluz




Silvia, como Suzane Powell, se dijo "pues no me muero, que todavía es pronto" . Y borró su perfil actual  de contactos para recuperar el antiguo. Entonces descubrió las insistentes visitas y los mensajes de Julían. Se sintió alagada, ¡cómo no! pero siguió en silencio. Su técnica para vencer a la enfermedad sería el dominar la mente, y el tiempo era escaso, precioso y necesario hasta la última gota.


Noesiterapia: curación por el pensamiento

2 comentarios:

  1. Esto ya tiene otro cariz. Estamos en la parte de la vida y eso es interesante.Podemos dormir jejeje
    He oído a Escudero. Conoces a Neville Goddard?. Échale una ojeada a ver si te gusta. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, ya veremos por donde sigue la pluma.
      No había oído hablar de Neville Goddard, pero en un instante la ojeo y ya te cuento otro día.

      abrazoos

      Eliminar