el monstruo que se reconoce es una medusa que se observa. Cuando el monstruo se ve a sí mismo, queda paralizado, está perdido. Aleluya claves gratuitas de interpretación de los mitos griegos, solo para los pocos.
interesante reflexion para llegar al entendimiento de que el monstruo solo esta dentro de nuestra cabeza pero y los que estan fuera...como les paralizas ?
Los que están fuera son de otros, no puedes hacer nada. Tampoco importa, solo pueden relacionarse contigo a través del tuyo. Otros incidentes cambian las relaciones. Vivimos en un mundo de sombras donde lo real permanece inalcanzable. Si la envidia, (por ejemplo) se viera a si misma, moriría en ese instante, (solo el instante es real) pero siempre se ve a través de reflejos, de cristalitos de colores, ¡y se justifica a si misma.! Los monstruos se autoengañan, son una enredadera que nos aprisiona, forman y conforman la cárcel del infierno en que vivimos, pero nosotros somos no solo su sustento, tambien su prisionero y cuando nosotros muramos, ellos vivirán en otro ser humano. Como las cabezas de la Hidra, este comentario me daría para otro post, y no tan a vuela pluma como suelo escribir. Voy a ver si consigo enlazar las imagenes y sigo cuando tenga tiempo. un abrazo
todos tenemos monstruos dentro amigo rafa de una u otra forma tenemos temores y miedos y eso nos lleva a los monstruos
ResponderEliminarun saludo
el monstruo que se reconoce es una medusa que se observa.
ResponderEliminarCuando el monstruo se ve a sí mismo, queda paralizado, está perdido.
Aleluya
claves gratuitas de interpretación de los mitos griegos, solo para los pocos.
interesante reflexion para llegar al entendimiento de que el monstruo solo esta dentro de nuestra cabeza
ResponderEliminarpero y los que estan fuera...como les paralizas ?
Los que están fuera son de otros, no puedes hacer nada. Tampoco importa, solo pueden relacionarse contigo a través del tuyo.
ResponderEliminarOtros incidentes cambian las relaciones.
Vivimos en un mundo de sombras donde lo real permanece inalcanzable.
Si la envidia, (por ejemplo) se viera a si misma, moriría en ese instante, (solo el instante es real) pero siempre se ve a través de reflejos, de cristalitos de colores, ¡y se justifica a si misma.!
Los monstruos se autoengañan, son una enredadera
que nos aprisiona, forman y conforman la cárcel del infierno en que vivimos, pero nosotros somos no solo su sustento, tambien su prisionero y cuando nosotros muramos, ellos vivirán en otro ser humano.
Como las cabezas de la Hidra, este comentario me daría para otro post, y no tan a vuela pluma como suelo escribir.
Voy a ver si consigo enlazar las imagenes y sigo cuando tenga tiempo.
un abrazo