Hay un ángel
con alas redondas,
con mil compañeros
a su alrededor,
todos bellos, invisibles,
en el aire que amanece,
aurora de cien ojos
en las luces del millón.
No es un ángel temeroso
ni es un ángel de pasión,
es misterio de los aires,
agua y fuego, es vapor
con traje de tierra,
es polvo enamorado,
es instante, es amor.
Mis ojos de perro,
mi cérvido corazón ,
nuevos agamenones,
del viejo Agamenón.
Nuevas Helenas y Troyas
en viejas historias,
de rapsodas raptores
con la simulación.
Todo disfraces del deseo,
y carcajadas de Dios,
tan cerca, tan lejos.
Como tú y yo.
Los ángeles existen, sostienen a los que se sienten tristes y acongojados, son nuestros seres invisibles que dejaron su envoltura pero se quedan alrededor para ayudarnos, no se ven, se sienten desde el corazón.
ResponderEliminarAbrazos Domi
La distancia como el tiempo se materializan en la simulaciòn pero en el mundo de los sueños donde imagino la conexión espiritual-consciencia, es donde habito, con o sin ángeles, sin iliadas, artemisas, troyas, perros, ciervos, Argamenón, trompetas o demás historias, que de círculos y vueltas está llena.
ResponderEliminarMe quedo volando con alas redondas, invisible a los ojos, en ese cielo rosa y lleno de posibles.
Besos poeta.
los angeles no me gustan son seres etereos que casi nunca dan la cara y encima me suelen levantar los ligues
ResponderEliminarun abrazo rafa
Disfraces o atuendos genuinos. Con y sin ángeles y demonios ya hemos salido al alba que diluye el espejismo del telón, del camerino, del armario y del baúl. Las máscaras se derriten en el éter, con y sin el aire, el agua, la tierra y el fuego.
ResponderEliminarBesabrazos
Domi, los ángeles, como los dioses, los de cada uno.
ResponderEliminarAC, para es es el cielo, para volar los posibles, por lo menos.
Hawai, busca los propios, los ajenos no nos sirven.
Oasis, amanece.
abrazos, fibonáccicos,
jnq