Hace muchos miles de años, (muchos más) vivían unos seres con unas cualidades que ya nadie recuerda, porque todos quedaron encenagados y todavía chapotean en sus propios laberintos.
Este cuento no se puede leer con la mente, la mente solo puede descuartizarlo y llamar vida a la sangre derramada, a la carne ensangrentada Tampoco se puede escribir con la mente, no es vida el arrejuntar sangres y carnes.
Buscad en el corazón, nos dijeron siempre, pero buscamos con la mente, como si la mente fuera la investigadora. La mente está muerta, finiquitada, y con esa muerte vemos el mundo, a través de ella.
“Seréis como dioses nos dijeron.
Ahora los efímeros poseen el fuego inmortal, clamaba el coro, aupando a Prometeo.
Los pitris lunares apuntaba Blavatsky.
Los manasaputras nos dieron todo.”
Enamorados de las hijas de los hombres, nos cabalgan.
Regalos envenenados que sin pensar comimos, no eran dulces caramelos, eran trampas que no vimos y todos a una, sucumbimos.
El enemigo en casa, vigilando todos los pensamientos, esto no se puede escribir con la mente, solo con el corazón, el lugar donde escondimos la llave de la Vida, de tal manera la escondimos que ellos no pueden acceder, y nosotros no sabemos.
Pero de cada cuanto, aparece alguien que se cuela en la rendija y nos llena de luz. Provoca una explosión que nos implota, pero los carceleros nunca ceden y el tirón afloja, pero las cadenas no.
Lo estoy descuartizando con la mente, ¡ que lejos queda cuanto más avanzas. No hay que ir a ningún sitio, estés donde estés es el lugar adecuando, el momento justo.
El que piensa pierde, la unidad y el goteo
Estamos con las raíces imbricadas, guardían y preso crecen juntos cada uno con su propio programa. En la cueva-cárcel hay poca luz, y la fábula del elefantito y la estaca queda olvidada en un rincón. Exupery lanza una piedra al aire, pero no llega a caer. Lo que cae es la manzana que Newton pesa en una balanza tramposa. Nadie sabe cuanto pesan los sueños, ni como hacerlo, ni tiene Hefaistos que construya.
Los perros de tres cabezas, los monstruos deformes, los carceleros sin alma y allá en un indefinido instante, el hombre.
Don Juan Matus lo intentó, Y nos espera sin un Castaneda que murió tan grande como había vivido, en el total anonimato.
Somos esclavos de un único enemigo que agazapado en la mente se confunde con nosotros, pero no tiene corazón y si tiene mucho miedo de ser descabalgado. Sus raíces se retuercen con las nuestras y se nutre de nuestros miedos. Nos hace creer ser siamés y no es ni gemelo, es garrapata de oreja frente y cuello.
¡Dioses!, dioses somos nosotros y no ellos.
Entonces seremos y meditaremos. Como naguales soñaremos que animal nos ayudará a trascender la mente, riéndonos abandonaremos nuestro yo y así iluminaremos el aura de un color morado intenso que nos elevará a las nubes con vientos a favor.
ResponderEliminarBesitos.
Ac, tengo la impresión de que has leído sobre las mismas cosas que yo, a ver pues en lo que escribimos!!!!
ResponderEliminarPon una entrada de T.L.Rampa
b7171s
Si tienes la impresión haz caso a tu sexto sentido. Todos estamos conectados, lo que sucede que no siempre vibras en la misma sintonía pero cuando eres capaz de percibirlo aumentan las posibilidades de acercarse aunque sea energeticamente.
ResponderEliminarCuando me dices que ponga una entrada, te refieres a que busque o que escriba algo sobre el tercer ojo, el medico de lhasa o el cordon plateado(por cierto tema muy interesante).
Besitos.
buennnno, si me das a elegir, sobre el cordón de plata.
ResponderEliminarb//s
Apuntado queda.
ResponderEliminarQué Maravilla,
ResponderEliminarMe encanta, no me hipnotiza.
Me parece que traes unas cosas de escándalo,
del bueno
Cómo me presta
G R A C I A S
Abrazos