Para siempre es mucho tiempo,
muchos nidos de mentiras
al acecho de los días
y las noches del silencio.
Para un rato,
menos de cien años,
con sus noches de piel
y sus días de pupilas.
Con sus antes y después,
sus tristezas y alegrías,
con una piedra sobre otra,
sobre otro cada instante,
sin apoteósicos finales,
ni intermedios sin sabor,
con el beso besando.......
Con los virus que tiran
con los aviones
se hacen las nubes-guapas
sombras-dragones.
Y arremolinan en el aire
caminitos blancos
con cintas de verbena,
llenando de espirales
la ionosfera.
Que no cruzaron los gabachos
el puente de San Fernando
ni atraviesan los mirones
el strom-bo de alinimales.
C'est ça.
ResponderEliminarDe aquí desde luego no pasarán.
:)
¿Cómo? ¿ya he comentado esta entrada genial?
ResponderEliminar¡Como estoy de la chota, que alivio!
Todas las carcasas mirando hacía el Sur, porque siempre están anclados en ese norte fijo.
Ya veo la hierba crecer. Dentro de poco no habrá avión que encuentre pista, ni siquiera y especialmente en alta mar.
Hmmh... alucinante el presente en tu compañía.
:)
Ese sur coronario de todo el sur,
ResponderEliminartorre vigía de las esquirlas,
con las que strom-bo-lear
los desajustes del norte.
tirabuzón, moreno y sol.