No sé si me ha crecido,
pero no puedo con mi alma
me pesa mil millones
de huesos, carnes y tendones,
de sangres, y otros fluidos,
con límites de papel.
No sé si me he caído
en un Lovekraf Furlokiano
con historias imposibles
hilvanando redes cuánticas
siendo yo, siendo él.
El centro de gravedad baja
y con él no van las alas
solo los ombligos anudados
en esta realidad.
No sé decir mentiras
ni sé contar la verdad,
todos los mundos en este
por dentro y en revestimiento
con el fósforo en las
cerillas
para quién se quiera
alumbrar.
Pues aligera, querido jinquer, que nos tenemos que ver pronto. No sabrás contar la verdad, dices; pero tus ojillos la cantan.
ResponderEliminarAbrazos que alumbran, de los de verdad.
Julia
***Qué de pájaros ¿no?***
Sí, Julia, muchos pájaros, quienes observan los ven, reunidos, parados, pero todas las respuestas son conjeturas, como diría Platon, vivimos en una cueva, y nuestra mentira es la divina proporción con la verdad.
EliminarQuizá el mundo real necesite de este ilusorio.
No sé.
Y cada vez más sé, que nadie sabe, pero a todos nos gusta aparentar lo contrario.
Nos gusta ser perros del saber, guardianes del conocimiento, y los que más apenas descubrimos el propio estiércol en el corral bajo los pies.
El mundo es reflejo,
eso nos gusta pensar
cuando vemos que todo se va.
(¿Me hago viejo?)
b7s
Bonito poema...mis felicitaciones.
ResponderEliminarSaludos.
Me alegra que te guste, porque a mi mismo, me cuesta de entender.
EliminarA veces despierto Lutier, hoy debe ser un gran día.
b7s