Feliz Miércoles

Feliz Hermes Mercurio
el rápido mensajero
que se ganó el caduceo
en astuto comercio.
Feliz pies ligeros,
con alas pequeñas,
el príncipe de los ladrones,
Señor del siglo veinte
y quizá del veintiuno.
El veloz que al nacer robaba,
y ese  es su argumento de que no.
El hijo de Maya, la ilusión,
que no consiguió convencer al herrero
para liberar a la madre Olímpica.
porque la palabra no puede
despertar al Dios interior,
ni llevarlo adonde viven los dioses,
pues no hay trato que alcance
cuando todo lo que ofreces
es tan solo persuasión.
Claro que te quiero, amor,
pero no me molestes.
que tu hora aún no llegó.
Que tu hora ya pasó.
Solo se vive el presente
¡Cómo quema el kundalini
de entrelazadas serpientes!
Feliz Hermes, el más grande,
en el cielo, el más pequeño.